Aborto seguro: pastillas abortivas


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En la actualidad, más allá de pensar en el gran dilema ético y moral que implica la práctica de un aborto y una vez que la mujer que se ha embarazado, sin desearlo, opta por la interrupción del embarazo, uno de los métodos a lo que recurre es al uso de pastillas abortivas. Esto lo hacen, principalmente, debido a que es una forma de practicarse un aborto sin verse forzadas a entrar a un quirófano. Evitar este proceso hace que los posibles traumas posteriores se vean disminuidos, al tiempo que les es más fácil incorporarse a su vida laboral sin tantas implicaciones. Es decir, el método químico del aborto les ayuda a incorporarse a su vida con la mayor normatividad posible, además de que no se ven forzadas a enfrentar el cuestionamiento social de algunas clínicas, familiares, conocidos e incluso de su propia pareja.
Sin embargo, existen expertos que afirman que los traumas tienen un proceso diferente de duelo, por lo que aconsejan que no se lleve a cabo el proceso si la mujer se encuentra completamente sola. Ya que el peso de la responsabilidad puede provocar consecuencias serias en la psiquis de la paciente, pues vive sola la eliminación paulatina del embrión durante varios días, si es el caso de que no sale el producto en una sola expulsión.
Cabe aclarar que el uso de pastillas abortivas sí evita el embarazo, en un plazo máximo de 72 horas y que los resultados  reflejan un 95% de éxito en los casos tratados; sin embargo, este método no asegura que la paciente gestante evite el ingreso al quirófano, pues, dependiendo de las reacciones que se den en cada cuerpo, pueden darse situaciones en las que el feo no sea expulsado en su totalidad, para lo cual se tendrá que recurrir a un legrado, es decir, una limpieza en el útero por medio de unas legras.
Es importante que se verifique por medio de un ultrasonido que efectivamente se ha expulsado en su totalidad el producto, pues hay casos en los que el embrión continúa su crecimiento y el embarazo llega a su término con el nacimiento de un bebé con defectos congénitos severos.