Paradojas del aborto en México


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Antes de que el aborto fuera legalizado en tierras mexicanas, existió una gran controversia en torno a las pastillas abortivas que se comercializaban sin necesidad de receta médica en las diversas farmacias de la capital. En medio de la polémica entre el gobierno, las diferentes iglesias y la sociedad en general, cualquier mujer en estado de embarazo no deseado podía acercarse a un mostrador de farmacia y por una cantidad que oscilaba entre los 500 y los 1,500 pesos, tener acceso a unas pastillas conocidas bajo el nombre de Cytotec, las cuales, ya sea por vía oral o vaginal, interrumpían (y lo siguen haciendo) el embarazo en gestaciones menores a los 12 meses. En esa época, diversos medios, tanto impresos como televisivos y radiofónicos, acudieron a diversas farmacias del Distrito Federal con el fin de corroborar esta noticia que navegaba entre los baños de mujeres en diversas preparatorias y facultades. De esta manera, los diversos medios obtuvieron sin receta el frasco de tales pastillas, cuyo uso está enfocado al tratamiento de úlceras gástricas; sin embargo, en la página cytotec.com.mx, se afirma que es un “auxiliar” en el tratamiento posterior a un aborto natural, ayudando a la eliminación de residuos fetales.
No obstante lo mencionado en el sitio de internet, en muchos países se ha comercializado este medicamento con fines meramente abortivos. En la página web  citada se encuentra una guía completa que indica el uso del medicamento para los fines abortivos, los cuales se asegura que tienen un 90% de efectividad por medio del consumo de esta pastilla; siempre y cuando se incluya en el tratamiento la introducción vía vaginal de 4 pastillas para abortar. El resultado es un sangrado que durará de 8 a 12 días iniciando a las 8 horas, aproximadamente, de haber iniciado el tratamiento.
Lo  cierto es que entre que eran penas o manzanas, para las mujeres que se encontraban en la espera de una resolución, el uso de estas pastillas abortivas fue su solución. Debido a que no hay un estudio formal de las mujeres que lograron abortar recurriendo a este método, se intuye que fueron vendidas ciento de estas pastillas abortivas sin receta durante el tiempo que duró el gran debate. Así mientras se discutía en las altas esferas el tema de la legalización del aborto, era legal comprar un medicamento que interrumpió el embarazo a cientos de mujeres que así lo decidían