Toda mujer en un momento u otro de su vida ha padecido o padecerá una infección en las vías urinarias ya que el sistema urinario es uno de los sistemas más vulnerables a las infecciones para las mujeres debido a diferentes condiciones ambientales, físicas y hasta hormonales.
A continuación hablaremos sobre los factores más comunes que favorecen el acceso de las bacterias al sistema urinario:
- La uretra. La uretra es el conducto que va desde la vejiga hasta el orificio de salida de la orina, las mujeres tienen una longitud muy corta, de modo que los microorganismos que habitan en la piel cercana al orificio de salida de la uretra pueden ascender fácilmente si ocurren cambios en la temperatura ambiental y corporal, principalmente exceso de calor, cambios en el pH o presencia de orina en la ropa interior. Del mismo modo, si la piel se ve afectada por pequeñas heridas es más susceptible a las infecciones.
- La cercanía con la vagina. En la vagina se encuentran microorganismos propios que pueden causar infecciones en las vías urinarias.
- La cercanía con el ano. La anatomía femenina y su cercanía con el ano y contacto indirecto por medio de la ropa interior favorece una circulación de microorganismos de desecho. Al momento de la limpieza corporal se puede arrastrar con el papel higiénico restos de desechos hacia la vagina, contaminando a la uretra que está expuesta a las infecciones.
- Los cambios hormonales presentados en momentos como la pubertad, el embarazo y la menopausia también favorecen la propagación de infecciones en las vías urinarias debido a los cambios físicos y químicos en el área genital.
El área genitourinaria femenina tiene su propio contenido de microorganismos y bacterias que forman parte de la flora bacteriana benigna pues sirve como defensa ante otras bacterias y el mismo medio contaminante. Cuando el balance entre las bacterias se pierde, aunque sea momentáneamente se presentan infecciones urinarias.
Síntomas de infección urinaria
Los síntomas más comunes de infecciones urinarias son ardor al orinar y aumento en la frecuencia y sensación de necesidad de orinar que, sin embargo se observa una reducción de la cantidad de orina con cada micción.
También se puede presentar una pérdida de control en el impulso urinario, dolor en la parte más baja del abdomen, en la espalda y arriba de las caderas. En los casos de infecciones más severas se presenta fiebre, escalofríos, cansancio, debilidad, y puede haber cambios en las características de la orina que puede tornarse oscura, olorosa y sanguinolenta.
Por qué no debo automedicarme
Aunque las infecciones urinarias parezcan inofensivas pues el tratamiento suele ser con antibióticos, el uso inadecuado de estos puede favorecer la resistencia de los microorganismos y su reproducción, además de que el medicamente puede ser inadecuado para el caso.
Ante la presencia de uno o más síntomas antes mencionados acuda con su médico para que determine qué tipo de infección y tratamiento es el más adecuado para su caso por medio de análisis de orina que le ayudarán a darle un diagnóstico y tratamiento oportuno.
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