Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual


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Que las mujeres tendemos a la depresión, neurosis, mal humor y trastornos alimenticios no es un tema nuevo, y tampoco lo es el Síndrome Premenstrual, sin embargo existe una condición que puede predisponer a las mujeres a pensamientos suicidas, trastornos alimenticios de graves consecuencias y al tabaquismo: el Trastorno Disfórico Premenstrual. A continuación hablaremos de este tema.

El Trastorno Disfórico Premenstrual afecta entre el 3 y el 8% de la población femenina en periodo de fertilidad, es decir, entre 40 y 100 millones de mujeres del mundo. Las mujeres tenemos un ciclo menstrual que nos mantiene como en un vaivén hormonal que nos ocasiona molestias durante todo el ciclo, sin embargo estas molestias no afectan a su vida normal. Sin embargo, en el Trastorno Disfórico Premenstrual, las molestias se presentan entre una o dos semanas antes de que comience la regla y pueden presentarse síntomas intensos que interfieren con el trabajo, la escuela, las amistades y familiares. Los síntomas más frecuentes son:

  • Estado de ánimo depresivo con sentimientos de desesperanza
  • Irritabilidad, ira, ansiedad, nerviosismo, sensación de falta de control, agresividad
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de interés en las actividades que normalmente le resultan placenteras
  • Aislamiento social
  • Cambios de humor repentinos
  • Cambios en el apetito, aumento o disminución y antojo excesivo por alimentos específicos
  • Insomnio, hipersomnia, letargo o cansancio
  • Sentirse abrumada o fuera de control
  • Episodios de miedo
  • Llanto marcado o labilidad
  • Dolores físicos: de cabeza, pecho, articular, inflamación en el vientre

El Trastorno Disfórico Premenstrual se caracteriza por alteraciones psicoemocionales, alteraciones físicas y alteraciones psicológicas importantes, que se presentan una o dos semanas antes de la menstruación, y que disminuyen totalmente cuando se presenta la regla. Las causas del Trastorno Disfórico Premenstrual se relacionan con las fluctuaciones hormonales, con la carga emocional de cada mujer y con los niveles de serotonina (la llamada “hormona de la felicidad”) que secreta el cerebro.

A diferencia del Síndrome Premenstrual, el Trastorno Disfórico Premenstrual se presenta con síntomas más severos que pueden llegar a ser incapacitantes para las mujeres, tanto a nivel físico como emocional ya que además de sufrir grandes dolores físicos pueden llegar a tener una depresión tan profunda que atenten contra su propia vida.

Para diagnosticar Trastorno Disfórico Premenstrual es necesario observar la historia clínica de la paciente y que los síntomas se haya presentado por un periodo mínimo de 3 meses en los que la mujer debe registrar diariamente síntomas clínicos, días de inicio, duración y gravedad. Existe una predisposición a padecer Trastorno Disfórico Premenstrual en las mujeres con:

  • Obesidad o sobrepeso
  • Antecedentes de depresión posparto
  •  Enfermedad depresiva subyacente
  • Antecedentes de madre con una condición similar

Las mujeres que tienen estados depresivos o de ansiedad con síntomas durante todo el mes y que empeoran antes de la menstruación NO padecen Trastorno Disfórico Premenstrual ya que en este trastorno los síntomas disminuyen cuando llega la regla. Para el diagnóstico diferencia debe haber un intervalo de 7 a 10 días antes de que llegue el periodo.

Tratamiento del Trastorno Disfórico Premenstrual

El tratamiento se enfoca en mantener una vida saludable, evitar el exceso en consumo de cafeína, sal, alcohol y tabaco; además re recomienda realizar actividades deportivas como yoga, natación, spinning o cualquier otra para disminuir el estrés y mantenerse en un peso saludable. Sólo en algunas ocasiones, cuando las molestias físicas son muy fuertes se prescriben analgésicos o suplementos alimenticios como calcio, magnesio, vitamina B6 o ácido fólico, que también favorecen a las mujeres con Síndrome Premenstrual.

Las mujeres con síntomas graves pueden ver resultados favorables con el uso de anticonceptivos hormonales que ayudan a regularizar las fluctuaciones y en los casos de mujeres que ya han intentado suicidarse o tienen trastornos alimenticios o de ansiedad pueden requerir antidepresivos como inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. La terapia cognitivo-conductual también es una opción para estos casos.

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