Cerveza sin alcohol: un aliado para la lactancia


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Durante la lactancia, es muy común que las mujeres busquemos todo tipo de remedios caseros para tener mayor cantidad y calidad en la leche materna que les brindamos a nuestros pequeños. Si bien es conocido el beneficio de la cerveza durante la lactancia, a muchas mujeres les desagrada la idea o no pueden consumirla pues el alcohol puede afectar a la salud de ellas y de sus pequeños, sin embargo las versiones sin alcohol son de gran ayuda y sus beneficios han sido respaldados por la ciencia.

El estudio ‘Efecto de la cerveza sin alcohol sobre la leche materna’ indica que el consumo moderado de cerveza sin alcohol puede optimizar la capacidad antioxidante de la leche materna; este análisis realizado por la investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia Victoria Valls, ha estudiado a 80 madres lactantes, de las que la mitad seguían su dieta habitual, mientras que la otra mitad añadieron a su dieta dos cervezas sin alcohol al día, durante 30 días.

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Los resultados indican que la capacidad antioxidante de la leche materna mejoró en las tres etapas de la lactancia, mientras que se demostró la disminución de la actividad antioxidante a medida que la leche humana va madurando en las mujeres que no consumían cerveza sin alcohol.

Enriquecer la dieta de las madres lactantes con cerveza sin alcohol aumenta hasta un 30 por ciento la capacidad antioxidante de la leche materna, según demostró el estudio.

Asimismo, la investigación concluyó que las madres que habían seguido la dieta suplementada con cerveza sin alcohol presentaban un menor daño en la oxidación celular, así como un aumento antioxidante, tanto en su sangre, como en su orina.

Sin embargo, el consumo de cerveza en las mujeres es recomendable en otras etapas, como el embarazo y la menopausia ya que ayuda a combatir o a disminuir la “agresividad” de la osteoporosis y del alzhéimer. La cerveza se elabora con componentes naturales como agua, cebada, lúpulo y levadura; además contiene vitaminas del grupo B como ácido fólico, proteínas y minerales como el silicio, potasio, magnesio y sodio. No contiene grasas ni azúcares y su contenido calórico es bajo (45Kcal/100ml en la cerveza con alcohol y de 17Kcal/100ml en la sin alcohol), aunque no debemos excedernos ni acompañarla con comida chatarra.

Consumir cerveza sin alcohol después del nacimiento reduce el estrés oxidativo tanto de la madre como del niño y durante la lactancia aumenta la capacidad antioxidante de la leche materna, y con ello reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en los niños.

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